Quizás alguna vez hayamos escuchado o leído un poco de historia de Venezuela y preguntarnos “¿Alguna vez existió un campo de concentración en Venezuela?”, pues la respuesta es sí. Guasina, es el nombre que se le dio a la cárcel de máxima seguridad de políticos e inmigrantes, que luego se convertiría en un campo de concentración por manos de Marcos Pérez Jiménez y su gobierno.
Guasina, es una isla del Delta del Orinoco construida por José Eleazar López Contreras, un político y militar Venezolano, donde funcionó una prisión en el año 1939.

Al ser clausurada, la isla quedó desierta hasta 1943, cuando fue convertida en un campo de concentración para inmigrantes indocumentados hasta que en 1949 sus internos fueron puestos en libertad. Entre 1951 y el 15 de diciembre de 1952, durante la Junta de Gobierno encabezada por Germán Suárez Flamerich, eran encerrados en el mismo penal políticos que eran acusados de terrorismo entre los cuales figuraron militantes y dirigentes de los partidos Acción Democrática (AD) y Partido Comunista de Venezuela (PCV). El gobierno de Marcos Pérez Jiménez anunció su presunta clausura como campo de concentración el 17 de diciembre de 1952, pero registros como la obra se llamaba SN, de José Vicente Abreu documentan la violación de derechos humanos durante la dictadura Pérez jimenista. Dicha cárcel tuvo que ser cerrada por cuanto el Río Orinoco hundió el islote donde se encontraba.
Guasina está localizada en pleno Delta del Orinoco, en el corazón de la selva venezolana, bañada por los caños de Boca Grande, al Norte, y Sacupana del Remanso, al Sur, la isla de Guasina, es quizás, uno de los lugares de la tierra más hostiles a la vida humana. Ubicada a muy pocos metros de altura sobre el nivel normal del Orinoco, su territorio desprovisto en absoluto de las necesarias defensas es casi completamente inundado por las aguas desbordadas del río cada vez que éste crece, las cuales, al volver a su cauce, lo hacen dejando toda el área convertida en una gigantesca ciénaga, en un inmenso criadero de larvas. Todo esto dando a demostrar lo nefasta que eran las condiciones en esta prisión que se convirtió en un campo de concentración.

Muchas de las personas que vivieron el infierno de estar encarceladas en ese campo de concentración pudieron salir libres relatando sus historias, pero eso no significa que todos hayan corrido con la misma suerte, algunas personas no soportaron las condiciones de este sitio y terminaban muriendo en ella, un acto como ese hoy en día sería inaudito e inaceptable, un ejemplo de una persona que logro sobrevivir a esta experiencia horrorosa fue Guillermo Castillo Bustamante, quien relató que a los que estuvieron presos en ese campo de concentración se les llamaban Guasineros, el relata las siguientes palabras “La violación de derechos humanos no distingue profesiones”, era un pianista, escritor quien compuso el himno de los presos, el conocido bolero “escríbeme” y 90 canciones más durante su estadía de 6 años en el campo de concentración.

La hija de Guillermo Bustamante decía lo siguiente: “Mi papá volteaba las cajetillas de cigarros y por la parte blanca escribía los pentagramas ya que el decía que la música había que agarrarla cuando llega la inspiración, imagínate tú que la inspiración te llegue en un campo de concentración”.Guasina tuvo muchos periodos históricos los cuales podríamos resumir en 3, los cuales serían: “1939: Cárcel “; “1952: Campo de concentración” y el resto un cementerio debido a que en eso se convirtió la isla cuando fue deshabitada.
